martes, 12 de enero de 2010

Los misterios del alma


Muchos lectores estarán acostumbrados a que en los cuentos policiales, el detective descubre y atrapa a delincuentes bastante malos, o del todo. Pero hay un personaje literario que resuelve crímenes aunque no es detective, y en muchos de los casos resueltos, el delincuente no es una persona malvada.

Por ejemplo, resulta curioso un cuento en donde un sacerdote católico descubre que otro sacerdote, muy devoto de su fe, mató a su propio hermano de sangre. Y fue esa devoción por la fe lo que lo hizo cometer la atrocidad. Sólo otro sacerdote capaz de entender el espíritu de los hombres, pudo descubrirlo. Ningún policía sospechó de alguien tan deseoso de agradar a Dios en cada momento. Hizo falta no un detective, sino un conocedor del alma, del bien y del mal en el ser humano.

Se trata del Padre Brown, un hombre de baja estatura, y presencia poco llamativa, que por su observación aguda y la empatía que logra con los personajes involucrados en distintos delitos, que van desde robos y engaños hasta homicidios, logra explicar hechos que ni el más habilidoso detective puede explicar. Dice Borges en uno de sus textos, que en el cuento policial, los investigadores buscan resolver lo confuso, no lo inexplicable. Esta es la diferencia que señala del Padre Brown con sus colegas literarios, quien se enfrenta a situaciones que en un principio tienen una explicación sobrenatural por lo desconcertante de los hechos, y les encuentra la causa natural. Un hombre de fe, que vive su vida en torno a una creencia sobrenatural, es el primero en encontrar las explicaciones racionales a los hechos que los demás, despreciándolo por ser religioso y creerlo poco capaz de conocer el mundo real, toman como sobrenaturales.

Una vez resuelto cada misterio, explicado cada hecho, el Padre Brown se dedica a intentar salvar el alma de quien acaba de cometer un acto fuera de la ley y que sólo él pudo ver. No condena, no entrega al delincuente a la policía, porque sabe de lo frágil del alma humana, y sabe que una persona puede arrepentirse y que la culpa es un sufrimiento grande. Uno de los primeros malhechores que desenmascara se convertirá en su ayudante en los cuentos siguientes. Al sacerdote que mató a su hermano, le promete no delatarlo pero lo convence a la vez de entregarse por su cuenta, porque será lo mejor para su alma. A otro hombre a quien también descubre en otro cuento, le pide que le redacte un texto - cual maestra de primaria - en donde detalle qué fue lo que lo llevó a cometer el homicidio. Allí el hombre le escribe que no sabe cómo pero que cuando mató a su víctima, supo al instante que había hecho algo malo, y le agradece al Padre Brown la oportunidad de poder decirselo por escrito.

El Padre Brown es ante todo una persona de mucha ternura y mucha humildad. Su sencillez y su sabiduría cautivan al lector con facilidad. También hará pensar a los lectores con frases inteligentes y reflexivas, que son breves pero tienen una profundidad de espíritu conmovedora. Al cerrar cada cuento del Padre Brown, de no más de diez o quince páginas cada uno, el lector le estará agradecido a su creador, el autor inglés G.K. Chesterton, alguien cuya obra es necesario conocer para todo admirador de la literatura.

Las imágenes incluidas en este artículo corresponden a las portadas de dos ediciones que hay en Uruguay de apenas una de las colecciones de cuentos del Padre Brown. De las dos, vale la pena la de Edaf por el prólogo Martínez Laínez, explicando las características del personaje comparado con otros protagonistas de cuentos policiales y con el resto de la obra del autor. La de Claridad, en cambio, tiene una mejor presentación si el libro se compra como regalo. En todo caso ambas son de los mejores regalos posibles que se le pueden hacer a alguien.

Ojalá pronto puedan encontrarse en la plaza local las otras cuatro de este fascinante personaje, así como las demás obras de Chesterton, entre las cuales hay biografías, ensayos políticos e históricos, poesía, novelas y cuentos. Más información (en inglés) del autor, su biografía y sus obras pueden encontrarse en el siguiente link:

http://chesterton.org/

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